Antes me parecía una locura, pero una persona me dijo que todos necesitamos buscar la manera de compartir esas experiencias cuasi únicas que nos pasan a los caminantes dominicanos en las andadas diarias.
Algunas personas se sentirán reflejadas en estas palabras. Espero que este refrigerio diurno nos sirva para relajarnos y olvidarnos de las gasolinas,los leones y las margaritas, los votantes de otros partidos y la repartidera de puestos, entre otras hierbas aromáticas.
No soy escritor y sería una osadía intentar serlo, soy un simple ciudadano que marcha a pié por la vida.
Los espero a todos en cualquier párada del Metro, concho o motoconcho..
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